Aboriginal Resistance to 2010
An article published in the Mexico on-line journal Orbita Deportiva, the English translation is followed by the Spanish text (it is also to be published in Switzerland, home base of the IOC).
Vancouver 2010; Adorned with borrowed feathers?
By Felix Lill, Orbita Deportiva, March 19, 2009
In February of 2010, the Winter Olympic Games will take place for the first time with the official participation of Indigenous People. The organizers are taking advantage of this to give a forward looking face to the event, even while many Indigenous people in Canada are divided, some see it as a farce and in some areas are demonstrating that with violence.
"One of the most essential factors is the participation of 'First Nations' in the planning and execution of the Games as well as during the event itself." The explication of the IOC for having chosen Vancouver for the 2010 Games sounds pathetic at first. The west of Canada, through the decision of the IOC to hold the first games with participation from Indigenous people, will attempt to convert itself into a historically progressive place.
One could assume that the critics who consider the event to be an "Olympic circus" and an instrument of oppression couldn't argue further. Nevertheless, during the bid process for the Games, there were various "Indians," as indigenous peoples are often called in Canada, who had the intention of preventing Vancouver from becoming the host in 2010, especially in the province of BC, where the city of Vancouver is located, and where a large proportion of the Indigenous [people] feel rejected.
"The Olympic games in BC will damage our peoples culturally and economically," proclaimed various leaders of Indigenous tribes, of which there are more than 200 in BC.
"Being oppressed is nothing new, we're used to it: our languages and political organizations were banned for a long time," says Gordon Hill, whose Kwakwaka'wakw tribe comes from the coast of Western British Columbia. Hill is one of the presidents of the group "No 2010" that has as an objective to prevent the games in Vancouver.
Since its foundation in 2007 when the anti olympic movement began to grow, "no 2010" has been responsible for different campaigns. Already in 2007, the police registered 20 violent actions connected to activists against the Games. Hill and his colleagues carry out the acts across Canada. Symbolically, they have seized [sic] the countdown clocks in the capital, Ottawa and in Vancouver a number of times. The reason that many Games experts have started to mention their doubts about the security of the event was a fire attack on Chevrolet, the daughter company of General Motors in 2008 in Toronto, when 13 vehicles were completely destroyed.
Branches of the Royal Bank of Canada, another official sponsor, also suffered attacks, particularly through broken windows. Hill think that strong, loud, physical resistance is the only possibility left for Indigenous peoples to struggle for their interests. "If we presented ourselves like diplomats, no one would listen and indigenous identities would continue to be eradicated."
But not everyone shares Hills [sic] opinion, not even within the indigenous [people]. The four tribes, Lil’wat, Musqueam, Squamish and Tsleil-Waututh, which call themselves the "Four Host First Nations," are co-organizers who are co-responsible for what the IOC implements during the 2010 Games.
In contrast to Hills [sic], the Four Host First Nations are not worried that their cultures are in danger from tourist rushes, destructive infrastructure projects, and the worsening situation of those of lower classes. During the Olympic Games, these four peoples will present their cultures in expositions and will augment their connections in business circles, as is the custom for organizers of
Olympic events.
On the official website of the "Four Host First Nations," the collaboration between Indigenous peoples and the IOC is obvious. They use the term sustainability without mentioning the relocation of thousands of people and the 337 per cent rise in homelessness since 2003. None of that is lost on Gord Hill: "Except for the Lil'wat, every one of the [Four Host First Nations] are already among the richest "Indians" in Canada. Above all are the other peoples who are affected in a social, ecological and economic way, they are generally already poorer than the Canadian average. Without the Olympics the
situation wouldn't be better but at least it wouldn't be getting worse."
Once again, the Olympic Games are more than a sporting event. The activist groups like "No 2010" couldn't prevent the Games in Vancouver, but with a pending event, Canada isn't a calm place, instead it is confronted with the problems of loads of Indigenous tribes.
The "Olympic Circus" offers a scene sufficiently large to demonstrate discontent. For the Four Host First Nations, the words of IOC President Jacques Rogge, who said that the IOC always insisted in Indigenous rights, it's a step forward. For the opposition like Gordon Hill, it's different. Many Canadians already look forward to eating at McDonalds, which is another sponsor of 2010.
Vancouver 2010
¿se adorna con plumas ajenas?
Por Felix Lill, March 19, 2009
En febrero de 2010 tienen lugar los Juegos Olímpicos de Invierno, por primera vez oficialmente con la participación de pueblos indígenas. Los organizadores aprovechan esta novedad para darle una cara progresiva al evento mientras muchos indígenas de Canadá se dividen, algunos lo ven como una farsa y se manifiestan por partes con violencia
“Uno de los factores más esenciales es la participación de las ‘First Nations’ en la planificación y la ejecución de los Juegos tanto como en la sucesión del evento.” La explicación del Comité Olímpico Internacional para haber elegido Vancouver como organizador de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2010 sonó patético al principio. El oeste de Canadá, donde por esta decisión del COI tienen lugar los primeros Juegos con la participación oficial de pueblos indígenas, se quiere conviertir en un lugar histórico de progresividad.
Uno podría suponer que los críticos que consideran el evento como el “Circo Olímpico” y un instrumento de opresión no pueden argüir más. Sin embargo, en el progreso de solicitud para la organización de los Juegos hubo varios “Indians”, como muchas veces se le llama a los pueblos indígenas en Canadá, que tenían la intención de evitar que Vancouver se convirtiera en el anfitrión de 2010, sobre todo en la provincia British Columbia, donde se sitúa la ciudad de Vancouver, una gran parte de los indígenas se siente despreciado.
“Los Juegos Olímpicos en British Columbia harán daño a los pueblos de manera cultural y económica”, proclaman varios líderes de tribus indígenas de los cuales ya en British Columbia existen sobre 200.
“Ser oprimidos no es nada nuevo, estamos acostumbrados: Nuestros idiomas tanto como sindicatos políticos estaban prohibidos por mucho tiempo”, dice Gordon Hill cuyo tribu Kwakwaka’wakw procede a la costa del oeste de British Columbia. Hill es uno de los presidentes de la unión “No 2010” que tiene como objetivo evitar los Juegos en Vancouver.
Desde su fundación en 2007 cuando el movimiento anti-olímpico empezó a crecer, “No 2010” ha sido responsable de diferentes campañas. Ya en 2007, la policía registró 20 operaciones violentas en conección de activistas en contra de los Juegos. Hill y sus colegas implementan los actos en toda Canadá. Simbolicamente, han embargado los relojes de countdown en la capital Ottawa y en Vancouver varias veces. La causa por la que diferentes expertos de los Juegos empezaron a mencionar sus dudas en la seguridad del evento fue un choque infernal a una sucursal de la compañía hija Chevrolet del patrocinador olímpico General Motors en junio 2008 en Toronto cuando 13 vehículos fueron destruídos completamente.
Sucursales de la Royal Bank of Canada, otro patrocinador oficial, sufrió de ataques también, sobre todo a través de ventanas rotas.
Hills opina que la resistencia penetrante, alta y física, es la única posibilidad que les queda a los pueblos indígenas para luchar por sus intereses. “Si nos presentáramos como diplomáticos, nadie nos escucharía y las identidades indígenas seguirían siendo extirpadas.”
Pero no todos tienen la opinión de Hills, tampoco dentro de los indígenas. Las cuatro tribus Lil’wat, Musqueam, Squamish y Tsleil-Waututh, que se llaman a sí mismos “Four Host First Nations”, como co-organizadores son co-responsables de lo que implementa el Comité Organizador de los Juegos 2010.
En contrario a Hills, las Four Host First Nations no temen que sus culturas sean peligradas por pendientes auges turísticos, destructores proyectos de infraesctrura y la perjudicación de las clases de ingresos bajos. Durante los Juegos Olímpicos, estos cuatros pueblos presentarán sus culturas en exposiciones y aumentarán sus vínculos en círculos de negocio, como esto es el hábito para los organizadores de los eventos olímpicos.
En el sitio web oficial de las “Four Host First Nations”, se aprecia la colaboración entre los pueblos indígenas y el Comité Nacional Olímpico. Se usa el término de la sostenibilidad sin mencionar el reasentamiento de miles de personas y la subida del número de personas sin hogar en un 337% desde 2003. Todo esto no le asombra a Gordon Hill: “Excepto a los Lil’wat, cada pueblo de los co-organizadores ya cuenta como uno de las tribus más ricos de los “Indians” en Canadá. Sobre todo son los otros pueblos afectados de manera social, ecológica y económica que generalmente ya son más pobres que el promedio canadiense.
Sin los Juegos Olímpicos la situación no sería buena por por lo menos no se empeoraría más.”
Otra vez, los Juegos Olímpicos son más que sólo un evento deportivo. Los grupos activistas como “No 2010” ya no podrán evitar los Juegos en Vancouver pero con el evento pendiente, Canadá tampoco es un lugar tranquilo sino toda confrontada con los problemas de un montón de tribus indígenas.
El escenario que ofrece el llamado “Círculo Olímpico” es suficientemene grande para demostrar su descontento. Para las “Four Host First Nations”, las palabras del presidente del Comité Olímpico Internacional Jacques Rogge, que dijo que el COI siempre insistía en los derechos indígenas, son un paso progresivo. Para la oposición como Gordon Hill es diferente. Mientras que muchos canadienses ya esperan almorzar en Mc Donalds, que es otro patrocinador de Vancouver 2010.
(Felix Lill es un cronista deportivo que anda dando la vuelta al mundo y que colabora para Órbita Deportiva)